Reciclaje social: ¡una idea brillante!

Nos encantan esas ideas que parecen locas a los ojos de un adulto. Sí, esas que podrían venir de cualquier niño. Y sobretodo si incluyen los conceptos “social” y “reciclaje”.

Os presentamos una que nos ha llegado al corazón: los “Help Desk”. Para nosotras, los “escritorios-mochila”.

Muchas de las escuelas rurales de la India no pueden comprar cosas tan básicas como escritorios o sillas. A menudo las niñas y niños tienen que caminar kilómetros para llegar a la escuela más cercana, cargando con sus libros en los brazos, y cuando llegan, deben pasarse horas sentados en el suelo.

Y ni hablar de zapatos o mochilas. Esos productos son un verdadero lujo para familias como las suyas. Familias que trabajan la tierra por menos de 1 dólar por cada 10 horas de trabajo.

AARAMBH es una organización sin ánimo de lucro con sede en Bombay. Hacía tiempo que AARAMBH quería hacer algo para ayudar a estas niñas y niños, pero no había dinero para todo.

Cómo los mejores de los héroes no se dieron por vencidos. Junto con un grupo de diseñadores dieron con una idea realmente ingeniosa. Con una sencilla plantilla convierten cajas de cartón viejas en escritorios convertibles en mochila. Increíble, ¿verdad?

El resultado, ha recibido el nombre de “Help Desk”. Gracias a él muchos niños pueden estudiar en un escritorio sin tener que forzar la espalda. Al final del día se convierte, en un “plis, plas”, en un ligera mochila para llevar sus libros de vuelta a casa.

Al final, el producto tubo un coste de producción de sólo 20 céntimos de dólar, y pudo ser repartido en 600 escuelas.

Obviamente tiene sus pegas, el cartón es un material no duradero y fácilmente degradable con la lluvia. Pero los diseñadores de DDB Mudra, la agencia de diseño en la que se creo “Help Desk”, ya están trabajando en un nuevo prototipo resistente al agua.

Sea como sea, 10.000 niñas y niños han tenido la oportunidad de acceder a uno de estos grandes inventos, y como mínimo lo podrán disfrutar durante unos seis meses. Esperamos que las nuevas versiones les lleguen a tiempo.

Por cierto, hablando de cartón y escritorios, ¿no os recuerda a algo? Krtokids tiene un pack de silla y escritorio que te quita la respiración. Por algo fue top ten en ventas estas navidades.

 

 

Reutilizar botes de cristal

En cualquier casa, por más que lo queramos evitar… se acaban acumulando los potes de cristal.

Y en cualquier casa con niños, por mucho que lo intentemos evitar…. también hay ratos en los que niñas, niños y adultos no sabemos como entretenernos juntos.

Hoy os traemos una gran idea que soluciona los dos «problemas». Le hemos encontrado en el blog de Silvia Izquierdo: ¡Reciclando botes de cristal!

Para hacerlo sólo necesitamos:

• Uno o más botes de cristal.
• Pintura acrílica (si lo que queremos usar los potes para beber o para guardar comida será mejor utilizar pintura específica para cristal).
• Pincel fino

Empezaremos lavando bien los botes de cristal. Una vez secos, preparamos todo el material, protegemos la superficie de la mesa en la que trabajaremos y ya podemos llamar a los niños de la casa para que vengan a jugar.

Poniendo el bote boca abajo, los más pequeños podrán empezar a hacer pequeños toques de pintura con el pincel sobre la superficie del bote. Primero con un color, y una vez esté listo, con el siguiente. Y así hasta que, entre todos, tengamos nuestra pequeña obra lista y definitiva.

Sólo falta esperar a que sequen bien y ya tendremos nuestros botes reciclados.

Las utilidades pueden ser variadas y muy útiles: como porta velas decorativo, para guardar pequeñas joyas, cintas de colores… secretos. También puede ser un bonito detalle para regalar a familiares y amigos, que seguro, valorarán el tiempo dedicado y el valor artesanal.

¡Esperamos que disfrutéis a lo grande de este rato de manualidades y creatividad!

Avión con pinzas de la ropa

Ya sabéis que nos encanta todo lo que tenga que ver con reciclar, de hecho casi todos nuestros talleres incluyen material reciclado.

Y es que desde que nacieron nuestras hijas la palabra reciclar ha tomado un nuevo sentido, todo es susceptible de convertirse en un juguete o elemento de juego. En realidad cualquier cosa que tengamos en casa podría convertirse en algo mágico, como por ejemplo las pinzas de la ropa. ¿Qué os parecería convertir los palos de los helados y las pinzas viejas de la ropa en aviones?

¿Queréis verlo?  Maria, de “Escarabajos bichos y mariposas” nos ha explicado como.

¿Quién se atreve?

Pop-Up Playgrounds

En el Bagul dels Jocs, constantemente, estamos buscando nuevas ideas de juego, proyectos educativos, juguetes, personas,… que encajen con nuestra forma de entender el juego en la infancia.

Esta búsqueda constante nos a llevado a encontrar un verdadero tesoro: los Pop-Up Playgrounds.

Los Pop-Up Playgrounds son espacios de juego emergente donde son los niños quienes guían el juego. Se caracterizan por la abundancia de materiales desechables como cartones, telas, tubos, tapones, cd’s y más, para crear y construir con ellos.

Los Pop-Up Playgrounds tienen por objetivo el promover el juego guiado por los niños, el cual surge cuando el niño o la niña decide a qué jugar y crea sus propias reglas sobre cómo jugar.

Sus promotores nos dicen que cuando los niños juegan de esta forma:

• Averiguan las cosas por sí mismos.
• Aprenden a tomar riesgos saludables.
• Encuentran formas innovadoras de pensar sobre el mundo y la forma en que funciona basada en sus propios intereses y motivación.
• Practican las habilidades necesarias, tales como la superación de obstáculos, resolución creativa de problemas (por sí solos o con otros), comunicando sus sentimientos efectivamente con otros, y cómo trabajar con los que puedan tener puntos de vista diferentes.
• Experimentan la alegría del auto-descubrimiento, la emoción de ser capaces de perseguir sus propias ideas creativas sin la sensación de fracaso que usualmente surge cuando hay una manera predeterminada  de “estar bien”  o  “ganar”.

Y es que con el juego los niños aprenden a conocer mejor su cuerpo (sus puntos fuertes y sus límites), se sienten felices, toman decisiones, se cuestionan, intentan una tarea varias veces hasta lograr el objetivo buscado, hacen relaciones entre objetos, aprenden a escuchar y negociar, plantean teorías e hipótesis que prueban mientras juegan, investigan, exploran, imitan roles sociales, aprenden sobre empatía en la relación con los otros y mucho más.